Los hábitos de consumo responsables en el ámbito laboral contribuyen a reducir el impacto ambiental de los residuos
¿Sabías que más del 60% de los residuos que acaban en la basura podrían reciclarse? ¿Y que cada año producimos 21 millones de toneladas de desechos alimenticios? Tomar conciencia de lo que generamos como sociedad y de cómo esto afecta a nuestro planeta es fundamental. Aplicando la técnica de las 3R -Reducir, Reutilizar y Reciclar– cumplimos uno de nuestros principales retos: ayudar a crear una empresa sostenible y respetuosa con el mundo.
La sostenibilidad empresarial se ha convertido en un aspecto clave hoy en día. La preocupación por el medio ambiente y el impacto social de las empresas es cada vez mayor. Con pequeños actos cotidianos, los equipos pueden ayudar a reducir la contaminación ambiental, la deforestación y el agotamiento de recursos no renovables.
Existen muchas formas de aplicar la técnica o regla de las 3R en las oficinas o áreas de trabajo, colaborando de manera activa con ese propósito, cooperando y trabajando en equipo.
Reducir: disminuir la cantidad de recursos
Este primer paso parte de ser responsable con el consumo. Ser conscientes de las necesidades reales, ajustándonos a ellas, ayuda a reducir el uso de recursos. Esto es sinónimo de disminuir los desechos o residuos que generamos.
Hay que tener en cuenta que muchos recursos son difíciles de reciclar, generan mucho coste o, sencillamente, su uso provoca un impacto negativo muy elevado. Una muestra de ello son las botellas de plástico que compramos habitualmente. Pueden tardar décadas en degradarse y, aunque parezca increíble, en el mundo se compran un millón cada minuto.
En espacios de trabajo como una oficina, donde es común consumir agua o café a lo largo de la jornada, no debemos olvidar el uso de envases reutilizables en vez de vasos de plástico o papel que se desperdician diariamente.
Reutilizar: ‘larga vida’ a los productos
Darle una segunda oportunidad a los objetos o productos que utilizamos es clave. ¿Cómo? A través de la reparación, el intercambio, la donación y aplicando un uso creativo para extender su vida útil. Una manera sencilla de conseguir una empresa sostenible contribuyendo al cuidado del entorno.
Hay muchas formas de reutilizar. Por ejemplo, ¿sabías que los cartuchos de tinta y los tóner de impresora son muy contaminantes? Una posibilidad es que sean recargables y así no tener que tirarlos una vez que se consumen.
En función del sector laboral de la empresa, existen multitud de ejemplos. Una compañía tecnológica puede donar los ordenadores u otros aparatos electrónicos usados a ONG o escuelas, en lugar de desecharlas. Y si hablamos de empresas que requieren de embalaje normalmente, las cajas de cartón y materiales como el papel de burbujas puede ser reutilizados varias veces antes de ser reciclados.
Reciclar: transformación hacia un mundo más verde
El reciclaje ayuda a conservar los recursos naturales, reduce la contaminación y disminuye la cantidad de residuos que termina en vertederos. Según Ecoembes, este proceso «transforma residuos usados o desechados en nuevas materias primas listas para volver a ser usadas.» Según el tipo de material, las técnicas son diversas.
En el ámbito doméstico o laboral es importante conocer qué tirar en cada contenedor. Por ejemplo, en el amarillo se deben ubicar los envases de plástico, latas y tetrabricks. En el verde, los envases de vidrio, mientras que en el azul colocaremos el papel y el cartón. Uno de los más recientes es el marrón. Es el contenedor de los restos de frutas, verduras, legumbres, así como los posos del café, cáscaras de huevo, flores o restos biodegradables como el papel de cocina usado, entre otros.
Para ser una empresa sostenible es importante reciclar desde el primer minuto. Cada espacio debe contar con pequeños contenedores de residuos, cestos o papeleras bien diferenciadas por colores.
El concepto de la economía circular ha conducido a la incorporación de nuevos conceptos, convirtiendo la técnica de las 3R en la de las 7R. Estas pautas ayudan aún más a consumir de manera responsable y sobre todo sostenible.
Junto a las ya conocidas Reducir, Reutilizar y Reciclar, se unen Rediseñar, Reparar, Renovar y Recuperar. Una iniciativa más integral para que la sociedad trabaje en la preservación del medio ambiente y, al mismo tiempo, fomentar un nuevo modelo de producción y consumo que garantice un crecimiento sostenible en el tiempo.
Beneficios de ser una empresa sostenible
Las compañías que aplican estas prácticas con el fin de tener un impacto positivo trasladan una filosofía de responsabilidad y compromiso. Los empleados, al formar parte de ello, trabajan con mayor motivación y trasladan estos conceptos a su día a día. La sostenibilidad empresarial mejora la reputación de las organizaciones, creando ambientes de trabajo más saludables y productivos. Y no sólo esto. También supone un ahorro con un doble efecto: la reducción de los costes al reutilizar y reciclar, así como la gestión eficiente de los recursos.
Como no podía ser de otra manera, ser una empresa sostenible implica ser una empresa activa en el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Uno de los principales es el Objetivo 12 que plantea «garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles». Trabajar por y para este objetivo supone utilizar los recursos de manera más eficiente, reducir el desperdicio y la contaminación, y potenciar prácticas empresariales responsables.
Un Exploramás con ADN responsable
En Exploramás somos testigos, desde hace dos décadas, de cómo evolucionan las empresas y cómo se involucran con el desarrollo sostenible. Las acciones de team building y RSC que desarrollamos están fundamentadas en estas prácticas que, igualmente, trasladamos a todas las instituciones que buscan fortalecer su equipo dejando una huella positiva en la sociedad.