Build a smile en Barcelona. Una experiencia inolvidable. De las que impactan, emocionan y dejan huella. Así lo sintieron los participantes, los beneficiarios de la propia actuación y, desde luego, nosotros mismos.
Sitges fue el destino elegido por un grupo corporativo para celebrar su propia convención. Durante varias jornadas, 280 empleados/as de la compañía mantuvieron intensas sesiones de trabajo. Y dejaron para el final, como colofón, la realización de una actividad. Querían una experiencia de trabajo en equipo pero que tuviera un claro fin social.
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Un team Building muy solidario
A través de uno de nuestros mejores clientes, contactaron con nosotros para diseñar y desarrollar la experiencia en base a ambos propósitos: team work y RSC.
Acordados los detalles del evento corporativo, nos pusimos manos a la obra con una logística que se extendió durante varias semanas.
El día del evento, una vez terminada su reunión en Sitges, el grupo puso rumbo al escenario de la actividad: la centenaria Masía Ribas, un magnífico espacio ubicado en Gavá.
El equipo de trabajo de Exploramás, formado por 12 exploradores y exploradoras, tenía desde hacía algunas horas todo listo para el inicio de una gran actividad de RSC.
Experiencia doble: bicis y juguetes
¿En qué consistía la actividad? Los y las empleadas de esta compañía iban a realizar una donación material a dos hogares infantiles de Barcelona. Pero no iban a limitarse a hacer la aportación. Debían ponerle trabajo en equipo y mucho corazón para que los niños y niñas destinatarias de su acción recibiesen algo más que juguetes y bicicletas.
Así, tras la presentación del staff y el briefing inicial, el grupo quedó dividido en 32 equipos que se repartieron en dos zonas: el área Bikes y el área Toys. Ambas, no obstante, formaban parte de una misma dinámica competitiva que acabó coronando a dos equipos ganadores.
En la zona de bicis, los equipos de participantes se enfrentaron al montaje de mountain bikes personalizadas (ruedas, sillines, manillares, pedales y otros accesorios).
En el área de juguetes, tuvieron que montar y decorar juguetes artesanos (pupitres, dragones, pizarras, bólidos, linternas, rampas, caballos, casitas,…).
La premisa no era sólo terminar la tarea de montaje sino cuidar los detalles de la personalización de cada bici y de cada juguete. De esta forma, cada equipo tuvo que plasmar en un pequeño lienzo un mensaje dirigido al niño o niña destinatario de su artículo que explicaron en un breve speech.
El staff valoró el trabajo en equipo, la atención a los detalles, la elaboración del mensaje,… y finalmente proclamó al equipo ganador de cada área. El premio material, algo simbólico, fue una tableta de chocolate con forma de loseta de Gaudí (rajoles). La recompensa, sin embargo, trascendía el momento.
Entrega del material
Tal como estaba definido en la logística, pocos días después, en la fecha y hora acordada con ambos centros, procedimos a la entrega de todo el material a sus destinatarios. Lo hicimos con la sorpresa como elemento central. Preparamos varios sets con los juguetes para que los menores de uno de los centros, se los encontraran cuando salieran del colegio.
En el caso de las bicis, fuimos más allá. Reunimos a los chicos y chicas, organizamos un circuito de obstáculos y les pedimos ayuda para que hicieran de probadores de las bicicletas que una empresa iba a entregar a sus propietarios. Cada una de las 16 bicicletas llevaba una etiqueta en su cuadro con un número de equipo. Al finalizar la fase de prueba, les solicitamos su opinión sobre el test y les pedimos que retiraran las citadas etiquetas. Ahí descubrieron que cada bici llevaba el nombre de cada uno de ellos y comprendieron, al fin, quienes eran los y las destinatarias de las mountain bike.
De esta forma, tal como nos comprometimos, nos ocupamos de culminar el trabajo que iniciaron esas 280 personas que dedicaron su atención, cariño y esfuerzo a un grupo de niños y niñas a los que la vida se ha empeñado en tratarles como si no lo fueran. Y enviamos comunicación de todo ello a la propia empresa para que tomara consciencia del resultado de su acción de RSC.
Un equipo a la altura del desafío
Paula, Robert, Raúl, Kike, Celia, Andrea, Neus, Juan, Carla, Alberto y Nina formaron el equipo de exploradores que dio forma a este inolvidable evento bajo la dirección de Míriam.
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