Esas sonrisas. Espontáneas, sinceras. Esos ojos. Reveladoramente ilusionados. Y no sólo los de los niños y niñas, destinatarios de nuestra acción solidaria, sino, sobre todo, los nuestros propios.
Terminábamos 10 horas de trabajo ininterrumpido. Pintura, bricolaje, decoración. Habíamos entregado nuestro esfuerzo. Lo que recibimos, en cambio, fue mucho más valioso: gratitud, esperanza, vida. Una huella inolvidable.
Evento RSC de Exploramás
Tras organizar una veintena de eventos de RSC para nuestros clientes durante todo el 2017 (experiencias sostenibles, actividades solidarias,…), decidimos terminar el año con una actividad propia llena de compromiso: el acondicionamiento de las habitaciones del Hogar Infantil San José de la Montaña, en Málaga.
En Exploramás mantenemos una gran relación con estos centros de la Congregación Religiosa de Madres de Desamparados y San José de la Montaña. De hecho, han sido los destinatarios (en Málaga, Madrid o Barcelona) de varias de las experiencias de Responsabilidad Social Corporativa que hemos organizado para nuestros clientes en los últimos años.
Y en esta ocasión, lo elegimos también para nuestra gran acción social de este final de año. No sólo como broche de un gran 2017 sino además como una magnífica forma de encarar un ilusionante 2018.
Gestión de expectativas: sorpresa
Acudimos puntuales a la convocatoria. Estábamos citados a primera hora de la mañana en la oficina de Exploramás en Málaga. Sabíamos que acudiríamos a un evento propio pero, contrariamente a lo habitual, los detalles de toda la logística eran, esta vez, una incógnita para todo el equipo. Curiosidad. Expectación. Sorpresa.
Eva y Manolo, los directores, organizaron esta iniciativa plena de significado. Durante días habían estado preparando en secreto los detalles de un evento diseñado para dejar huella en sus destinatarios y, por supuesto, en cada miembro de Exploramás.
Ideas, reuniones, comunicaciones, compras,… Detectar la necesidad. Establecer un objetivo que fuera alcanzable y supusiera un beneficio claro para aquellos a quienes iba dirigida la acción. Proveer de los recursos necesarios. Diseñar una logística adecuada para tal fin. Y todo ello al estilo Exploramás. Mucha tarea, desde luego, pero sin que trascendiera nada al equipo.
La sorpresa fue el punto de partida que nos implicó a todos.
Briefing emocional
De esta forma, ese día, uno laborable de mediados del mes de diciembre, nos presentamos los equipos de Barcelona y Málaga en nuestra sede de la Costa del Sol. Allí estábamos Miriam, Nina, Alberto, Fabio, Cristina, Nacho, Jorge, Isa y Chenín.
Manolo y Eva nos recibieron y nos desvelaron la sorpresa. Lo hicieron con un briefing muy singular. Esta vez no era necesaria demasiada carga informativa. Lo emocional cobró protagonismo para conectarnos entre nosotros y, en especial, con la misión que pretendíamos acometer.
Tras varios años sin actuación alguna, íbamos a realizar el acondicionamiento de los cinco dormitorios de los niños y niñas de este hogar de acogida en Málaga.
Pero Eva y Manolo no nos hablaron de paredes, techos, camas o edredones sino de Natalia, Peter, Javi, Saray, Paula, Paolo, Marta o Andrés (nombres ficticios para ocultar la identidad de los menores), entre otros. Nombres propios con rostros inolvidables que reflejan historias de sueños y esperanza. La motivación se disparó aún más.
Trabajo, networking y compromiso
Distribuidos en equipos, acometimos el trabajo en cada una de las estancias del centro. Vinculamos las habitaciones a cada menor y las denominamos para trabajar en cada una: Alegría, Princesas, Sport, Ilusión y Futbolistas.
Protegimos y retiramos el mobiliario. Pintamos las paredes. Redecoramos. Renovamos los edredones. La tarea nos aproximó al objetivo material y, además, generó un espacio de encuentro entre los integrantes del equipo. Un networking activo, operativo en todo momento, sin dispositivos electrónicos ni otras distracciones. Una comunicación directa muy eficaz en torno al compromiso, el trabajo en equipo y la solidaridad. Una potente herramienta al servicio de nuestros clientes que, esta vez, empleamos nosotros. La actividad era parte de nuestra Reunión Anual y la comenzamos con este trabajo cooperativo cara a cara.
Generosidad en el esfuerzo, cooperación, atención a los detalles, perfeccionismo. Toda una filosofía de trabajo aplicada a un propósito colectivo.
Un gran final para el evento
Concluimos el trabajo entrada ya la noche y entonces llegó el momento clave. Los niños y niñas, que desconocían por qué estábamos allí y qué hacíamos, regresaron a sus habitaciones y descubrieron el resultado de todo un día de trabajo por parte del equipo de Exploramás.
«Al subir al hogar sentía una emoción extraña», relató después uno de los niños. «Cuando abrimos la primera puerta me emocioné por saber como sería la mía. Así que salí corriendo a leer mi papel».
Expectación. Sorpresa. Ilusión. Sonrisas. Agradecimiento. Las emociones de cada uno de ellos conectaron con las nuestras. Nos agitaron. Nos conmovieron.
La huella de este evento no acabó con la despedida. Días después recibimos un obsequio de los chicos y chicas del Hogar Infantil San José de la Montaña de Málaga: dos murales con dedicatoria y firma de cada uno de los menores en el que expresaban lo que sentían. Fragmentos que invaden la mente y se agarran al corazón:
- · «Me fijé en todos los detalles y no podía parar de sonreír».
- · «Os quiero mucho. Por cierto, estoy cuidando mi alfombra».
- · «Habéis hecho que el hogar sea un lugar más bonito y que durmamos más calentitos».
- · «Quiero daros las gracias por preocuparos por nosotros y hacernos feliz, sabiendo los cuartos que tenemos puesto que en nuestras vidas hubiéramos tenido un cuarto mejor».
- · «Me alegra saber que hay gente que se preocupa y muestra interés por nosotros».
Esta iniciativa, junto a otras como el Walkathon de Cudeca, eventos para AVOI y otras de índole medioambiental, forman parte de nuestro proyecto Compromiso, una apuesta de Exploramás por la Responsabilidad Social Corporativa que busca generar alianzas.